Michelle Bachelet suspendió su agenda. El bombazo en Estación Militar del metro de Santiago buscó esta vez una matanza. Hubo ocho heridos graves.
En La Moneda se vivió con dolor y preocupación este atentad que desnuda a los servicios de inteligencia de Chile y pone sobre la mesa de la presidenta el terrorismo como desafío inesperado. La oposición, a través del presidente de Renovación Nacional, Cristian Monckeberg, advirtió que "hay un patrón que se está repitiendo" en este tipo de atentados.
La bomba estalló en el subterráneo del centro comercial, llamado Subcentro, junto a la estación de metro Escuela Militar, una de las de mayor concurrencia de la línea 1. Un extintor y la pólvora negra es la pista que le une con otros atentados como el de la estación Los Dominicos. Esta vez revista la máxima gravedad porque quienes lo hicieron sabían el daño de este atentado que pudo ser todavía mayor.
Pudo ser una acción de un grupo anarquista o antisisterma. Los servicios de información españoles tienen anotados los nombres de Francisco Solar y Mónica Caballero y su conexión con el atentado en la Basílica del Pilar de Zaragoza el 2 de octubre de 2013. Se apunta a FAI/ RI como organización terrorista de carácter internacional, de una ideología anarquista e insurreccionalista que busca atacar al Estado en cualquier lugar siempre que sea posible.
Pero estas pistas y esta trama no está investigada ni descubierta en su origen y conexiones. Es un misterio lo que busca y quiénes son. Representan un enigma que irrumpió con fuerza en la agenda política de Michelle Bachelet. En Santiago al dolor se sumó la sorpresa por este grave atentado en el momento de la agenda de reformas más audaces en el país como destacó Hechos de Hoy. No es ninguna sorpresa tampoco porque desde el caso Bombas (en 2005) se están produciendo ataques pero sin que hasta el momento se hubieran disparado todas las alarmas.
El atentado en la estación Los Dominicos produjo el 13 de julio en una estación del metro de Santiago a una hora en que todavía había pasajeros. Una semana después fue en una guardería. El de ahora es el primero que buscaba de forma abierta una matanza. Pese a todas las declaraciones, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, se mostró impotente. La única pista que une todas las acciones es la del extintor y la pólvora negra.