Brutal ejecución- asesinado a quemarropa por la espalda– del embajador de Rusia en Turquía. Un policía lo mató ante la estupefacción general en un evento cultural en Ankara. Pistola en mano reivindicó el asesinato como venganza por los masivos bombardeos de la ciudad de Alepo por Rusia en la guerra civil siria.

En Berlín, una masacre -con nueve muertos y 45 heridos graves- en una acción muy similar a la perpetrada en nombre de Estado Islámico (ISIS, Daesh) en Niza. Las autoridades de Alemania fueron muy cautas en la noche del lunes por los errores cometidos en Múnich donde hubo caos y alud de pistas falsas en las redes sociales.

La cuestión más crítica sigue abierta. ¿Hay alguien que pueda aún teledirigir desde Siria a militantes kamikazes de ISIS trasladados a suelo europeo? Los servicios secretos no han podido responder a esta cuestión. Se sabía del peligro de ataques antes de la Navidad. Pero es una situación que se vive desde hace tres años.

Tanto Barack Obama -el mismo lo confesó en su última conferencia de prensa- como los líderes de la Unión Europea son conscientes de la gravedad del infierno en Siria y la compleja situación en Irak y Libia. Han sido los escenarios donde ha crecido el odio y resentimiento de una guerrilla suní radical que es despiada, como nunca existió antes en Oriente Medio.

En Ankara se ha abierto una crisis muy delicada entre Turquía y Rusia. En Berlín, en el primer balance, al menos nueve personas murieron y 45 resultaron heridas de gravedad al impactar un camión de gran tonelaje contra una multitud en el mercadillo navideño de Breitscheidplatz. La policía detuvo al conductor del vehículo. El copiloto murió en el impacto. El ministro de Interior, Thomas de Maizière, anunció para este martes el balance completo de la investigación.
 

– Ver también, Nueve muertos y 50 heridos en un atentado en Berlín como el de Niza (Hechos de Hoy)