Pudo haber sido una matanza aún mayor. En la exclusiva y elitista Sala de Fiestas Reina de Estambul había hasta 500 personas celebrando el Año Nuevo.

A diferencia de las grandes ciudades de la Unión Europea, en Turquía -que vive instalada en cierto caos de improvisación e inseguridad desde el golpe de Estado fallido- no hubo un plan eficaz e inteligente de protección. La Sala de Fiestas Reina de Estambul parecía un objetivo claro a proteger por policías y agentes secretos con varios perímetros de seguridad. Nada de ello existió. El terrorista penetró en la sala tras abatir al portero y un guarda de seguridad y disparó. Pero no buscó inmolarse. Su acción tuvo un plan de huída. Se dio a la fuga tras asesinar a quemarropa. Pudo ser un único terrorista o varios. En cualquier caso huyeron,

Las escenas de pánico se sucedieron. Las víctimas trataron de escapar en todas las direcciones, pisoteándose en escenas terribles. Algunos se tiraron al Bósforo en su intento deseperado de salvar la vida.

El balance es aterrador: 39 personas asesinadas a sangre fría, 16 de ellos extranjeros. Hay mucho heridos de diversa consideración.

El hombre que disparó -un terrorista de ISIS según apuntaron analistas- iba disfrazado de Papa Noel, como otros policías secretos en misiones de vigilancia ese día en Estambul. Convirtió la discoteca junto al Bósforo en un infierno. El atentado se produjo a la 1.45 de la madrugada, hora local (23.45 en la España peninsular). Pero sólo a medida que han pasado las horas se han podido conocer detalles de la investigación.

Todas las pistas están apuntando a Estado Islámico (ISIS, Daesh).  Su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, en un nuevo mensaje, ordenó atacar objetivos en Turquía. Esta brutal matanza se produce tras el reciente asesinato del embajador ruso en Ankara. Fue un policía que clamó venganza por las víctimas de Alepo, en Siria.

Siria, Turquía e Irák están envueltos al arancar 2017 em una línea de alta inestabilidad, peligro y violencia. Rusia no escapa a ello. 

En Estambul, la impresión de los analistas es de nuevo de demoledor golpe al turismo y la seguridad, y la constatación de que las autoridades no tienen la capacidad por el momento en Turquía de planes de seguridad efectivos más allá de la retórica.
 

– Ver también, Vladimir Putin impone su plan y traslada a Astaná el futuro de Siria (Hechos de Hoy)