Enigma resuelto. ¿O no? Este martes, los espectadores de Amar es para siempre han podido conocer de boca del inspector Caldas el secreto mejor guardado de la quinta entrega de la serie: la identidad del asesino del marqués Alonso Núñez de Losada, interpretado por Miguel Ángel Muñoz y que no es otro que Ginés (Manuel Sánchez Ramos), el chófer y mano derecha de Ana María, la marquesa madre (María José Goyanes). 

Tras muchos episodios de investigaciones (¡nada más y nada menos que desde el pasado 8 de mayo!) y después de poner bajo la mira a muchos sospechosos y encarcelar a tres de ellos –Maroto, Rafael y Félix Novoa-, los fans ya saben quién está tras la muerte que traumatizó a los vecinos de la Plaza de los Frutos. O al menos eso es lo que se ha querido transmitir este martes, a cuatro días del final definitvo de la temporada.

Los foros de la serie están que arden desde hace semanas. Entre críticas por los excesivos rellenos que se han metido durante el último mes y por lo mucho que se ha estirado el tema de la investigación, todos piensan que esta quinta temporada necesita un final rotundo y contundente, como los de las anteriores, y eso podría pasar por el hecho de que el marqués ni siquiera haya muerto.

Habrá pues que esperar que los guionistas se hayan esmerado en poner un punto final con traca a estos meses centrados en los Novoa y su empresa de electrodomésticos, y como siempre, los Asturianos: Pelayo (José Antonio Sayagüés), Marcelino (Manu Baqueiro) y Manolita (Itziar Miranda) con papel estelar este año para su hija María (Lucía Martín). Ellos son el leitmotiv desde que la serie nacía en La 1 y se llamaba Amar en tiempos revueltos. Y así seguirá siendo. 

Junto a ellos seguirán a partir del día 11: Marta Novoa (Mariona Ribas) y Justo Quintero (Iñaki Miramón), al igual que la dueña del Hostal, Benigna y su marido Benito (Anabel Alonso y Antonio Molero).

Sepamos primero en qué queda eso de que Ginés mató al marqués y en otra ocasión hablaremos de las novedades de la sexta temporada.