Nueva tragedia en aguas del Mediterráneo que ACNUR califica ya como la peor semana. Cerca de 700 inmigrantes están desaparecidos en las aguas del Canal de Sicilia al naufragar durante la pasada noche del sábado el pesquero en el que viajaban con destino a Italia a 70 millas al norte de las costas de Libia. A ellos se unen otros 400 desaparecidos desde el pasado martes, cuando Save the Children dio la alarma del naufragio de otra embarcación.
"Si se confirman estas cifras, en los últimos días habrían muerto más de 1.000 inmigrantes en el Mediterráneo", afirmó Carlotta Sami, portavoz de ACNUR, que volvió a pedir a la Unión Europea que "ponga solución a este problema". Un llamamiento que también realizó este domingo el papa tras el rezo del Ángelus ante 50.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro. Francisco fue rotundo, exigiendo que "intervenga la Comunidad Internacional".
Hasta ahora un buque portugués pudo rescatar a 28 supervivientes. La Marina italiana halló 24 cadáveres. Según uno de los supervivientes, a bordo del pesquero viajaban unas 700 personas. Los Guardacostas italianos recibieron una llamada de socorro durante la noche en la que les avisaron de que el barco en el que viajaban estos inmigrantes se encontraba en peligro de volcar. Ellos se pusieron en contacto con un barco comercial portugués.
Cuando éste se acercaba a la embarcación en la que viajaban los inmigrantes, éstos "se colocaron todos en el mismo lado de la nave y provocaron que volcara y se hundiera", según explicó Carlotta Sami.
Desde primera hora de este domingo se encuentran en la zona -a unos 190 kilómetros al sur de la isla italiana de Lampedusa y unas 60 millas al norte de las costas de Libia- naves de la Guardia Costera italiana, la Guardia de Finanza y la Marina Militar y también de la Armada militar de Malta, ya que la tragedia sucedió en aguas cercanas a la isla.
