En forma de mapa de metro, este nuevo recurso permite visualizar y conectar las áreas estratégicas de una empresa con las dimensiones éticas, sociales y medioambientales implicadas en su correcta gestión
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En forma de mapa de metro, este nuevo recurso permite visualizar y conectar las áreas estratégicas de una empresa con las dimensiones éticas, sociales y medioambientales implicadas en su correcta gestión
En forma de mapa de metro, este nuevo recurso permite visualizar y conectar las áreas estratégicas de una empresa con las dimensiones éticas, sociales y medioambientales implicadas en su correcta gestión
La Cámara de Comercio de Valencia ha acogido la presentación del mapa #ESGParaTodas las empresas, una herramienta con fines didácticos y prácticos, que ha sido diseñada por la Fundación Adecco, con la colaboración de la Generalitat Valenciana. Su objetivo: guiar a las empresas hacia la competitividad, sostenibilidad y excelencia, identificando los criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno implicados en cada una de sus áreas estratégicas. A través de esta hoja de ruta, las empresas pueden diseñar estrategias de sostenibilidad de alto impacto, poniendo en valor las acciones que ya están realizando y detectando aquellas que aún no han puesto en práctica y que tienen potencial de desarrollo.
Este nuevo recurso se presenta en un momento en el que el marco regulatorio plantea una complejidad creciente a la hora de diseñar este tipo de estrategias, dirigiéndose especialmente a pymes y empresas, que están iniciándose en la materia, para facilitarles el trabajo. El nuevo Mapa #ESGParaTodas las empresas puede descargarse en la web fundacionadecco.org/esg
El acto ha contado con la presencia de Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, Mercedes Alcover, directora regional de la Fundación Adecco en Levante y Pablo García, DIRCOM de la entidad.
ESG, un acrónimo en auge
El nombre de la guía se basa en el acrónimo ESG, que está adquiriendo cada vez más fuerza y se refiere a las siglas en inglés Environmental” (Medioambiental), “Social” (Social) y “Governance” (Gobernanza). En los últimos años, los criterios ESG se han posicionado como referentes en materia de inversión socialmente responsable (ISR), ofreciendo a los inversores una seguridad aún mayor que los resultados económicos. El término ESG se está generalizando hasta tal punto que, poco a poco, empieza a sustituir al concepto de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) en el lenguaje de las compañías.
En la introducción del acto, Mesonero ha explicado el origen de esta publicación, que se remonta a 2016, cuando ambas instituciones presentaron la herramienta #RSCParaTodos. “El nuevo recurso se ha actualizado con las últimas tendencias y ha cambiado su nomenclatura, sustituyendo el concepto de RSC por el acrónimo ESG. Es cierto que la RSC y los criterios ESG son conceptos que conviven, aunque este último es más global y define mejor el recurso que hoy presentamos. Mientras que la RSC se ha centrado tradicionalmente en la contribución de las empresas al bienestar social y medioambiental, los criterios ESG dan por hecho esta aportación y van un paso más allá, incidiendo en la medición de riesgos y oportunidades para construir relaciones a largo plazo con accionistas, inversores y otros grupos de interés”.
Un recorrido hacia la excelencia y el valor compartido
Representado como un mapa de metro, este recurso permite visualizar y conectar las áreas estratégicas de una empresa con las dimensiones éticas, sociales y medioambientales implicadas en su correcta gestión. De forma gráfica y sencilla, las compañías pueden visionar estas variables e integrarlas como imperativo de competitividad, alineándose además con las metas de desarrollo sostenible al impactar en retos como la reducción de las desigualdades o el trabajo y el crecimiento económico.
“Diseñar estrategias de negocio basadas en criterios ESG genera un indiscutible valor compartido, permitiendo a las empresas construir confianza con sus grupos de interés y descubrir su propio camino hacia la excelencia, a la vez que impactan en la comunidad en la que operan. En los últimos años se han hecho patentes los beneficios de incorporar principios medioambientales, sociales y de buen gobierno en todas las operaciones empresariales; sin embargo, muchas compañías siguen teniendo dudas a la hora de definir o implementar estas estrategias. El valor añadido de esta nueva herramienta es que huye de la complejidad, sintetizando el conocimiento y proporcionando un modelo completo, directo y visual para que las empresas diseñen políticas de ESG transversales y de alto impacto”, destaca Francisco Mesonero.
El mapa consta de seis líneas de metro o recorridos clave; cinco de ellos corresponden a los grupos de interés que se ven involucrados en el diseño de una adecuada estrategia de ESG: lugar de trabajo, mercado, cadena de valor, comunidad y medioambiente. La sexta, por su parte, engloba las áreas transversales (buen gobierno corporativo, derechos humanos, ética y cumplimiento, gestión de riesgos, etc.).
Eficiencia, previsión o reducción de costes: los beneficios de las estrategia ESG
Para estimular a las empresas a diseñar sus estrategias de ESG, el mapa recoge los beneficios que aporta la incorporación de criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno en todas sus operaciones, de modo que puedan visualizarlos y pasar a la acción. Estos beneficios se sintetizan en los siguientes:
La búsqueda de productos y servicios sostenibles que respondan a criterios sociales y medioambientales conduce a la innovación y se convierte en una ventaja competitiva.
La eficiencia es un principio básico de la ESG que implica una mejora y optimización continua del sistema de gestión propio y de la cadena de suministro que conduce a la reducción del consumo de recursos y como consecuencia, al ahorro económico.
Los controles, estándares, códigos de conducta ética y protocolos de prevención reducen las posibilidades de que la empresa incurra en conflictos, incumplimiento legal o malas prácticas empresariales que perjudiquen la reputación de la empresa. Asimismo, esto contribuye a una percepción positiva de estabilidad y confiabilidad.
Favorece la adaptación de la empresa a las nuevas tendencias de recursos humanos, mejorando los principales indicadores en este ámbito (orgullo y satisfacción, fidelidad, compromiso, clima laboral…). Por otro lado, ayuda a que sea percibida como una empresa buena para trabajar.
La Administración, a través de cláusulas sociales, valora o exige a las empresas que quieren acceder a concesiones, subvenciones o concursos públicos, lleva a cabo medidas sociales y medioambientales.
Están cambiando los patrones de consumo, sobre todo en las nuevas generaciones, existiendo una mayor conciencia y compromiso con aquellas marcas cuya identidad social es sólida. La estrategia de ESG proporciona una ventaja competitiva, reconocimiento y posicionamiento social.
Las empresas que demuestran un fuerte compromiso con la ESG y la sostenibilidad a menudo disfrutan de una mejor reputación y una imagen de marca más positiva. Esto puede ayudar a atraer clientes y talento que valoran la responsabilidad corporativa.
La estrategia de ESG de una pyme junto con un buen planteamiento de comunicación, mejora la relación entre la empresa, la comunidad en la que opera y sus grupos de interés, facilitando sus operaciones, su implantación y desarrollo empresarial.
Los inversores institucionales cada vez valoran más los criterios de ESG al tomar decisiones de inversión. Una empresa que integra la ESG es más atractiva, lo que puede hacer que incremente su valor en el mercado.
Fuente Comunicae
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