Un enorme jarro de agua fría en la tarde noche del jueves 5 de abril con la noticia inesperada de Carles Puigdemont en libertad.
Hay varias cuestiones importantes en este giro repentino del caso Puigdemont:
1. El Tribunal Supremo ante la necesidad del enfoque por una malversación agravada de caudales públicos que está castigada con hasta 12 años de cárcel.
2. Para el Tribunal Supremo, es sorprendente, y casi se diría que inexplicable, que una instancia judicial de segundo orden en Alemania (el equivalente a una audiencia provincial española) haya valorado los hechos que el juez Pablo Llarena atribuye a Carles Puigdemont.
3. El Tribunal de Schleswig-Holstein, al decidir poner en libertad al expresidente de la Generalitat de Cataluña (detenido por la policía alemana en su intento de regresar a Bélgica) ha descartado el delito más grave, la rebelión.
4. Si culmina la entrega a España bajo malversación, será un revés para la causa judicial.
5. Todo lo sucedido pone en duda la rapidez y eficacia del mecanismo de la euroorden. No funciona de forma automática el principio de confianza mutua entre los órdenes jurídicos de los Estados miembros de la Unión Europea.
6. Le guste o no a Mariano Rajoy, es enorme el desgasta político a nivel nacional e internacional, en un momento muy complejo de al legislatura por haber dejado todas las iniciativas en manos de los jueces.
7. Es importante subrayar que en este confñicto político, España no trata de humillar a Cataluña como dice la propaganda y manipulación de los partidos independentistas (PDeCAT, JxCat, ERC y CUP).
8. La cuestión funjdamental es el respeto a la ley y la Constitución. Hubo un golpe en Cataluña. Carles Puigdemont no ha sido juzgado n i absuelto. La causa contra él en el Tribunal Supremo es asunto abierto.