Hasta ahora el trabajo de investigación de la sonda Juno desde su llegada a la órbita del planeta Júpiter en julio de 2016 había permitido conocer los detalles sobre su atmósfera y superficie. Sin embargo, la misión de la NASA dio un paso más y profundizó también en los detalles del interior del quinto planeta del Sistema Solar.
Los últimos datos proporcionados por la sonda permitieron a un grupo de expertos alcanzar cotas inéditas en el conocimiento del planeta gigante. Así, las novedades sobre el planeta, publicadas este miércoles en cuatro estudios en la revista Nature, incluyen nuevas conclusiones sobre su campo gravitatorio, flujos atmosféricos, composición interior y ciclones polares.
Según los autores, Júpiter es una enorme bola de gas giratoria y los cambios en su campo gravitatorio son el principal indicio de que su densidad interna varía. “Los resultados muestran que la atmósfera de Júpiter es enorme y se extiende mucho más profundamente de lo que esperábamos” señaló la agencia SINC Yohai Kaspi, autor de uno de los cuatro estudios e investigador del Weizmann Institute of Science en Rehovot, en Israel.
“Una profundidad de 3000 kilómetros contiene aproximadamente el 1% de la masa de Júpiter. En nuestro caso, la atmósfera terrestre es menos de una millonésima parte de la masa de la Tierra”, añadió.
Los nuevos datos sobre Júpiter muestran una ligera pero importante asimetría entre el campo gravitatorio de sus hemisferios norte y sur. En un planeta gaseoso, esta irregularidad solo puede ser posible debido a los flujos de aire que recorren su superficie y que también son asimétricos entre ambos puntos del planeta.
Los investigadores descubrieron que los flujos de aire se extienden a unos 3000 kilómetros de profundidad y el tamaño del campo gravitatorio del planeta depende de estas corrientes: si son superficiales (a unos 300 kilómetros), la asimetría de este es pequeña; pero si son más profundas (de 3000 a 10000 kilómetros), es mayor.
Según el estudio, el interior de Júpiter es conductor, es decir, está parcialmente ionizado, de modo que la materia es arrastrada por el campo magnético para girar de forma uniforme.